“Mi vida cambió totalmente gracias a la operación gratuita de manga gástrica que recibí”

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patricia escorciaPatricia Escorcia, de 34 años, es esposa, madre y ama de casa. Pudo mejorar su calidad de vida gracias a una cirugía de manga gástrica, realizada en el Hospital Luis Vernaza de la Junta de Beneficencia.

"Yo pesaba aproximadamente 440 libras, tenia movilidad limitada, no soportaba estar de pie, no salía, me dolía la cintura, el cuerpo, tenía problemas con los riñones, me orinaba con cualquier fuerza que hiciera. Cuando estaba en la calle mi mayor problema era que no podía subir a los buses, no pasaba por el torniquete, era muy vergonzoso", comentó.

Emocionalmente, esta madre de familia, se sentía muy mal. Pasaba sus días enferma y también deprimida, pues sentía que su vida no tenía sentido. Hasta que un día, Patricia acudió al Hospital Luis Vernaza y, según nos cuenta: "En ese preciso momento mi vida comenzó a cambiar tremendamente".

Desde las trabajadoras sociales hasta los profesionales de la salud, todos se preocuparon por el caso de Patricia, quien finalmente fue atendida de manera gratuita. "Los médicos me indicaron que necesitaba realizarme un tratamiento quirúrgico (Manga Gástrica), no gasté un solo centavo, ellos se encargaron de todo, fue un milagro", dice.

Han pasado más de 6 meses desde que Patricia se realizó la cirugía y ha logrado bajar casi 100 libras. Ahora Patricia ayuda a sus niños con los deberes, juega con ellos y hace todas las tareas en su casa sin cansarse. "Siento que la cirugía que me realizaron ha dado valor a mi vida, mi esposo, mis niños y yo nos sentimos muy contentos, mi vida ha cambiado mucho".

Patricia sigue bajo el cuidado de los médicos del Hospital Luis Vernaza y vive agradecida: "Yo a todos les digo que la Junta es lo mejor que me pudo haber pasado en mi vida, no me arrepiento, ni un solo día de haber tocado las puertas de ellos, porque no solo me abrieron las puertas del Hospital sino también de su corazón. Hubo muchas personas en la Junta de Beneficencia de Guayaquil que me tendieron la mano, me dijeron, aquí estoy, ven, háblame cuando me necesites, yo estoy aquí", concluye.