“Ahora puedo hacer mis cosas luego de que me extirparon un tumor”

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rosario veraRosario Vera de 42 años, es una madre de familia que siempre trabajó para sacar adelante a su hija pero, desafortunadamente, un tumor que comprometía órganos internos complicó su estado de salud. Gracias a la intervención de la Junta de Beneficencia pudo recibir atención médica gratuita en el Hospital Luis Vernaza y hoy ha mejorado su calidad de vida.

Rosario y su hija eran muy felices. Pero un día, esta madre comenzó a sentirse muy mal, hinchada, agotada, sin fuerzas, con cólicos fuertes, fiebre y malestar. "Es horrible cuando uno es activo y después no puede hacer nada, me ponía a llorar y le decía a mi hija que ya no podía más... Una cosa es contarlo y otra vivirlo", afirma.

En su desesperación, Rosario junto a su amiga Perla, acudieron a un medio de comunicación: Canal UNO, quienes transmitieron el caso e inmediatamente la Junta de Beneficencia de Guayaquil se hizo presente. "Ellos vinieron de inmediato a mi casa, me llevaron en ambulancia al Hospital Luis Vernaza, me hicieron toda clase de exámenes, ecos, radiografías. Después los médicos me dijeron que era un tumor que estaba avanzado y comprometía órganos internos, pero que no era maligno, que empezó a crecer cuando hubo un embarazo y que el tumor absorbió al bebé, me dijeron que tenían que operarme, que me sacarían el útero y los ovarios para que pueda estar fuera de peligro".

Agradecida por la ayuda esta mujer luchadora resalta que le atendieron de maravilla, "la ayuda fue inmensa... Los doctores, las enfermeras, son excelentes personas, me fue muy bien todo el tiempo que estuve ahí. Ellos me dieron todo gratuito, la cirugía, los exámenes, todo y me van a seguir ayudando hasta que esté completamente bien".

Hoy en día Rosario tiene una mejor calidad de vida. Se siente mejor, más ágil, con fuerzas para ayudar a su hija en sus deberes y dedicarse a su casa. "Siempre le pido a Dios poder seguir adelante, estoy agradecida con el Hospital Luis Vernaza de la Junta de Beneficencia de Guayaquil y el doctor Jorge Aguilar que me atendió. Me he dado cuenta de que hay personas caritativas que nos dan una mano cuando más lo necesitamos sin pedir nada a cambio, esas son las personas de la Junta, sino fuera por ellos tal vez no estuviera aquí. De todo corazón gracias.", concluye.