“Recibo gratis el tratamiento y las medicinas que necesito para superar mi problema de várices”

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maria salazarMaría Francisca Salazar de 81 años padece de varices y lamentablemente perdió una de sus piernas debido a una inesperada gangrena. La Junta de Beneficencia de Guayaquil acudió en su ayuda y ahora recibe atención gratuita en el Hospital Luis Vernaza en donde sigue el tratamiento que le ha permitido mejorar su calidad de vida.

María realizaba sus labores cotidianas: atendía su hogar y tejía, pero con mucho dolor en su pie izquierdo, hasta que después de un tiempo ya no pudo caminar más pues una de sus piernas se le hinchaba. Se reventó uno de sus dedos y luego las varices. Fue entonces que acudió a un médico quien le informó que debían amputar su extremidad.

"Cuando me dieron la noticia de que me iban a amputar la pierna, me sentí mal, se me subió la presión, lloraba y gritaba que me sacaran y me llevaran a mi casa, creyendo que en mi hogar me iba a sanar; pero todo fue en vano, porque ya estaba avanzada la enfermedad, me puse mal y me llevaron a un hospital donde me operaron la pierna", recuerda.

Después de amputada su pierna, María no tenía para continuar el tratamiento que los médicos le recetaron. Fue entonces que esta luchadora mujer decidió solicitar ayuda a RTS, medio de comunicación que expuso su caso. De inmediato la Junta de Beneficencia de Guayaquil se enteró y la trasladaron al Hospital Luis Vernaza, donde la estabilizaron y le hicieron exámenes cardiológicos y de sangre.

María comenta que "en el Hospital estuvieron muy pendientes de mí, si tenía que hacerme algún examen, estaban las enfermeras, unas señoritas muy amables, muy buenas. Todo, la atención y medicamentos los he tenido gratis, estoy en tratamiento y ellos siguen ayudándome".

Ahora María se siente mejor. De la Junta de Beneficencia, además de la atención gratuita, recibió como obsequio una silla de ruedas y un andador para que pueda movilizarse.

"Yo agradezco mucho a la Junta de Beneficencia de Guayaquil, ya que me abrieron las puertas cuando más lo necesitaba, cuando pedí ayuda fueron muy amables conmigo, si no fuera por ellos ya me hubiera muerto. Que Dios los bendiga desde el cielo y que los ayude donde quiera que vayan ayudando a personas como yo", concluye.