"Gracias por brindarme bienestar y alegría"

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Luis Molineros

Luis Molineros, es de Manabí, soltero y de 92 años. En su juventud viajó a Guayaquil para trabajar debido a su grave situación económica y familiar. Pasaron los años y Luis se convirtió en un adulto mayor que buscaba un lugar donde vivir; el cual lo halló en el Hogar del Corazón de Jesús, lugar que le abrió las puertas el 4 de junio de 1982.

A Luis se lo caracteriza por tener un espíritu colaborador. Le gusta limpiar las mesas del comedor, poner las tazas de café y ayudar en la cocina. "A mí me ha gustado ayudar en todo lo que he podido", expresa Luis. Su pasatiempo favorito es armar rompecabezas y pasear.

"En los treinta y tres años que llevo viviendo en el Hogar, no he tenido disgustos con empleados, pelear con un empleado es pelear con un hermano, con un padre. Uno necesita de ellos y ellos necesitan de uno. En el Hogar encontré más que una familia", comenta Luis.

"Al señor Molineros le gustaba lavar ropa, doblar la ropa de sus compañeros de sala, ayudaba a tender camas, ayudaba a sus compañeros, los incentivaba, pero no porque alguien se lo exigía, más bien él quería ayudar de esa forma. Además de ser una persona colaboradora, nos enseñaba lo que él sabía cómo realizar una careta de año viejo con globo, papel periódico y goma", comenta Paúl Hesny, colaborador del Hogar.

Para Luis en el Hogar la amabilidad de los colaboradores del Hogar se mantiene intacto desde que llegó. Su alegría permite tener buenas relaciones con los adultos mayores y residentes del Hogar, con quienes ha compartido momentos inolvidables.