Para el efecto, Mons. Antonio Arregui y el Dr. Werner Moeller, Arzobispo de Guayaquil y representante de la Fundación y Director de la JBG, respectivamente, suscribieron un convenio de Cooperación Interinstitucional para coadyuvar en el buen funcionamiento de la Casa del Hombre Doliente, institución dedicada al cuidado de indigentes y personas que padecen enfermedades terminales, en su etapa final.
La JBG aprovechará su experiencia de 123 años, en la atención de la salud, principalmente, para apoyar a la Casa del Hombre Doliente, otorgándoles la asesoría en la parte técnica y administrativa, designando un administrador, cuya actividad será supervisada por un Inspector, miembro de la JBG.
A efectos de poder financiar y ser autosustentable, la Casa del Hombre doliente continuará con las gestiones anuales para la recolección de fondos. Además, conservará su estructura orgánica con la que ha venido funcionando de acuerdo a su Estatuto, según reza el convenio suscrito entre las partes, el mismo que comenzó a regir a partir de la suscripción.
Este es un aporte que la JBG hace en función de su misión y visión alineadas directamente con su amplia labor social de atención preferente por los sectores poblacionales más necesitados del Ecuador.