QUÉ HACEMOS

Gracias a nuestro arduo trabajo, hemos podido crear una red de servicios de primer nivel a costos subsidiados, que incluye:

• Cuatro hospitales especializados: Hospital Luis Vernaza, Hospital de la Mujer Alfredo G. Paulson, Hospital de Niños Dr. Roberto Gilbert E. y el Instituto de Neurociencias. Velamos por la salud de mujeres gestantes, niños, adultos, y personas con problemas de salud mental, provenientes de todas las regiones del país. En el año 2011, nuestros hospitales prestaron más de cinco millones de atenciones médicas al año.
• Dos unidades educativas: José Domingo de Santistevan y Santa Luisa de Marillac para promover el desarrollo físico e intelectual de más de 3.000 niños y jóvenes. De la misma forma, en nuestro Hogar Calderón Ayluardo y Hogar Manuel Galecio proveemos formación espiritual, tutoría educativa, apoyo psicopedagógico, vivienda, alimentación y vestimenta a más de 200 niñas y jóvenes provenientes de zonas marginales.
• Dos hogares para adultos mayores: Hogar del Corazón de Jesús, en Guayaquil, y Hogar San Pedro, en Alausí, donde contribuimos al bienestar y tranquilidad de más de 400 hombres y mujeres, en su mayoría, de edad avanzada.
• Dos cementerios y servicios funerarios: Cementerio Patrimonial y Panteón Metropolitano cuyos espacios están exentos del impuesto predial. En algunos casos brindando una cremación digna gratuita a personas de escasos recursos abandonadas en instituciones sin fines de lucro, hospitales o morgues.

CÓMO AYUDAMOS

Cada una de nuestras instituciones cuenta con una unidad de Trabajo Social conformada por un equipo de profesionales especializados, con la experiencia y calidad humana requeridas para evaluar y analizar las diferentes necesidades de las personas de escasos recursos que acuden a nosotros, identificando los casos que requieran de mayor ayuda, dando solución oportuna y beneficiando a aquellos que menos tienen.

Así mismo, nuestros hospitales tienen el valioso apoyo de las Damas Voluntarias de la Asociación de Voluntariado Hospitalario (ASVOLH), quienes con mística y compromiso, complementan nuestra labor social con sus horas de servicio para brindar apoyo en la recuperación de hombres, niños y mujeres.

Indirectamente, somos una fuente de empleo para más de 3.000 familias ecuatorianas, para quienes la venta de los productos de Lotería Nacional representa un sustento digno y una forma de contribuir y solidarizarse con nuestra labor.

CÓMO NOS MANTENEMOS

Los ingresos de la venta de productos de Lotería Nacional son destinados en su totalidad al mantenimiento y continuidad de nuestra amplia labor benéfica. Para compensar los elevados costos que representa la atención y el bienestar de millones de ecuatorianos, realizamos autogestión a través de la venta de servicios privados en las clínicas o pensionados de nuestros hospitales, hospicios y cementerios. De esta forma, ofrecemos servicios y atención personalizada a quienes puedan pagarla, en beneficio de cientos de miles de personas de escasos recursos económicos que acuden a nuestras instituciones en busca de atención en salud, educación y demás.

Nuestro nombre ha logrado cruzar las fronteras patrias y ha logrado que importantes fundaciones, instituciones y hospitales de Estados Unidos, Canadá, Alemania, Japón, Chile, entre otros; nos apoyen con sus donaciones de insumos e implementos médicos, así como con el envío de misiones médicas, para realizar intervenciones quirúrgicas de alta complejidad, conjuntamente con el personal médico de nuestros hospitales. Así, podemos compartir las donaciones que recibimos de otras instituciones con fundaciones más pequeñas, y brindarles capacitación y asesoramiento en el área de la salud, de la misma forma como estas instituciones extranjeras han hecho con nosotros.

Las donaciones recibidas también nos permiten apoyar la labor de otras fundaciones e instituciones de asistencia social del Ecuador, en especial aquellas que prestan servicios de salud.

A pesar de la ayuda generosa que recibimos, y la autogestión realizada, los ingresos no son suficientes para cubrir las necesidades sociales urgentes que crecen aceleradamente día a día. Es por esto que apelamos a la solidaridad de todos aquellos que deseen sumarse a esta masiva y gratificante labor de beneficencia que devolverá el bienestar y la esperanza a cientos de miles de hombres, mujeres y niños de los sectores menos favorecidos de la sociedad ecuatoriana.