Guayaquil, Junio 19 del 2009
Un total de 150 ancianitos del Hospicio Corazón de Jesús, se dieron cita en el Hall de las escalinatas del pabellón de varones, para celebrar el Día del Padre, en un ambiente lleno de alegría y humor donde compartieron risas, vivencias, amistad y por sobretodo, la alegría de pasar un momento diferente.
La nota especial la puso la elección del Padre Símbolo, dignidad que recayó en Carlos Flores, de 71 años de la Sala San Vicente, no vidente desde hace 3 años, conversador de muchos temas gracias a su gusto por la lectura, “me siento muy regocijado y gustoso de que mis compañeros me hayan elegido, fue una sorpresa por que me llamaron y me pusieron guapo, manifestó emocionado, al tiempo de señalar “este es un mundo diferente, en este lugar he encontrado la tranquilidad y la atención que a nuestra edad necesitamos” manifestó el flamante padre símbolo del Hospicio Corazón de Jesús de la JBG.
La música propiciaba el baile de las garotas de la hora loca con los ancianos que compartieron este inolvidable momento con las enfermeras, terapistas, asiladas y pocos familiares. Algunos con paso lento aun caminan, otros en sillas de rueda y otros talvez perdidos en los recuerdos, pero todos celebraron su Día en homenaje a esa vida de trabajo, sacrificio y amor que entregaron por sus hijos.
“Esta actividad social es parte del programa de atención integral del adulto mayor, que mantiene el Hospicio, con la finalidad de sustituir emocionalmente los cuadros depresivos que presentan justamente en estas fechas” manifestó la Lic. Carmen Delgado, Jefa de Terapia del Hospicio,
El Hospicio Corazón de Jesús, cuenta con 450 ancianos asilados entre hombres y mujeres, de diferente condición social y económica, que “reciben atención médica geriátrica, vestimenta, alimentación, terapia ocupacional y recreacional acorde a sus capacidades físicas y mentales y lo más importante reciben el fortalecimiento espiritual” agregó Delgado.