Con una misa de acción de gracias por los 120 años de servicio del Hogar Corazón de Jesús se inició la recordación de toda una estela de servicio al adulto mayor, que nació bajo el amparo de la Junta de Beneficencia de Guayaquil, desde 1892 como un albergue para ancianos, hombres y mujeres de escasos recursos económicos, donde recibían, como hoy, alimentación, ropa y cuidados médicos de primera instancia.
Durante la Sesión conmemorativa, el Ing. Eduardo Romero, actual Inspector del hogar, resaltó la incansable y loable labor de don Vicente Santistevan Arosemena, que por 44 años, como Inspector, dedicó su tiempo, amor, entusiasmo y trabajo al crecimiento del hogar con resultados admirables, que no solo se observan en su infraestructura de 5 pabellones, 17 salas y áreas complementarias que garantizan una atención completa a los asilados, sino también en la actitud y entrega de sus colaboradores.
“Estos 120 años nos ha demostrado que el adulto mayor es el forjador de nuestro presente, porque cada uno llega con una historia completa, de mucho trabajo y grandes vivencias y para quienes, nos convertimos en su amparo y más que eso, en su familia” así lo manifestó el Ing. Romero al tiempo de recordar que en el Hogar Corazón de Jesús, se albergan 336 adultos mayores, de los cuales 245 son beneficiados de la gestión solidaria de la Junta de Beneficencia.
La beneficencia y solidaridad del Hogar Corazón de Jesús, fue resaltada por el Dr. Werner Moeller, Director de la Junta, quien hizo mención a la imborrable huella que deja don Vicente Santistevan. “El deja sembrado en tierra fértil para que siga creciendo la caridad y beneficencia por cien años más” manifestó Moeller, previo al develizamiento de la placa que perennizará el agradecimiento de la Solidaria Institución por el denodado trabajo en beneficio de los que más lo necesitan.
La emotividad se hizo presente con la entonación del canto “Amigo” coreado por todos los asistentes y antecedieron a las palabras de Don Vicente Santistevan, que agradeció a las Hermanas de la Caridad de San Vicente de Paúl, por haber estado presente en el cuidado del adulto mayor, desde los inicios del Hogar Corazón de Jesús, a la Comunidad de las Hermanas Dominicas de Betania y de la Virgen de Matará que realizan labores pastorales, esenciales para el mayor bienestar espiritual de los asilados.
“Es mi deber resaltar la indeclinable ayuda que a lo largo de estos años, hemos recibido de la dirección de la Junta y de todos los estamentos, lo que ha hecho posible la ejecución de esta gran obra pensada en el bienestar del adulto mayor” manifestó Don Vicente Santistevan.
Finalmente, se dio a conocer el nuevo servicio denominado Comunidad Dorada, que abrió sus puertas con un nuevo esquema de atención al adulto mayor, que les permite al término de la jornada diaria de actividades recreativas, retornar al núcleo familiar.
Así, el Hogar Corazón de Jesús celebró sus 120 años, en medio de alegría, recuerdos y esperanzas, de esa esperanza que albergan los adultos mayores de encontrar un lugar que les ofrezca atención y cuidado, pero sobretodo ese vínculo afectivo que ellos necesitan en el ocaso de sus vidas.
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 foto 1 | Ing. Ernesto Noboa, Vicedirector de la JBG; Dr. Paolo Marangoni, Miembro de la JBG; Ing. Eduardo Romero Carbo, Inspector del Hogar Corazón de Jesús, Dr. Werner Moeller, Director de la JBG; Lic. Vicente Santistevan, Sub Inspector del Hogar Corazón de Jesú | 446 Kb |
