Son varios los factores que producen la dislexia. Hay factores hereditarios que la predisponen pero existen otros como la deficiencia pedagógica que se da en los primeros años de vida, normalmente, en guarderías o escuelas infantiles donde los niños comienzan a aprender las letras, los números, donde se inician en el proceso de la lectura y escritura, junto con el apoyo de sus padres.
Esta etapa es diferente para cada niño. Puede presentarse con períodos de aprendizaje rápido y en otros casos períodos de reposo, donde los menores comienzan a tener ciertas dificultades, muestran bajo rendimiento escolar, su atención es dispersa y sobretodo omiten, sustituyen, invierten las letras, es decir, tienen dificultades a la hora de escribir y leer. Da la impresión que el niño se "atasca" en su desarrollo.
A criterio del Psicopedagogo George Ronquillo, del Instituto de Neurociencias de la Junta de Beneficencia, este es un problema conocido como Dislexia, es decir, "un trastorno psiconeurológico del lenguaje que, desde el punto de vista pedagógico, lleva al chico a tener un bajo rendimiento escolar y en consecuencia la pérdida del año lectivo. Si lo vemos desde el punto de vista emocional, un niño con trastorno disléxico, es un niño que va a tener baja autoestima, lo que se deriva en ansiedad y depresión", explica el profesional.
De los 7.125 pacientes entre niños y adolescentes que se atendieron en el año 2103, en la Consulta Externa del Instituto de Neurociencias de la Junta de Beneficencia, 170 pacientes presentaron problemas de dislexia. El Psicopedagogo Ronquillo señala que pese a que existen factores hereditarios que predisponen a padecerla, en un niño sano, la deficiente formación pedagógica impide el desarrollo de las destrezas psicomotrices, dando paso a una Dislexia, que puede ser visual o auditiva.
Ambos tipos de dislexia reciben un mismo tratamiento en el que deben intervenir de manera integral el terapeuta, la escuela y los padres, que como formadores y como eje del núcleo familiar deben estar muy predispuestos para que el niño pueda mejorar y llevar una vida normal.
