Conocida como Simil Exit, es la técnica que permite corregir quirúrgicamente la Gastrosquisis, malformación congénita que se produce intra – útero en la pared abdominal del feto y hace que los intestinos e incluso otros órganos se desarrollen fuera de su abdomen. Se la detecta entre las 12 y 14 semanas de gestación mediante una simple ecografía; de ahí la importancia de un buen control prenatal.
Para corregir esta malformación a través de la innovadora técnica, el Complejo Hospitalario Alejandro Mann de la Junta de Beneficencia, conformado por el Hospital de la Mujer y el Hospital de Niños Roberto Gilbert, ha conformado el equipo de Medicina Fetal, integrado por un staff multidisciplinario de médicos, entre ginecólogos, cirujanos pediatras, neonatólogos, ecografistas, anestesiólogos, tecnólogos en anestesia, trabajadora social, enfermeras y psicólogos que intervienen en este proceso que involucra al binomio madre e hijo. El Complejo hospitalario tiene una alta capacidad resolutiva de casos de alta complejidad.
La técnica que a nivel de Sudamérica se la realiza desde el 2007, y que actualmente se la está realizando con éxito en el complejo hospitalario, consiste en hacer la cirugía dentro del trabajo de parto, cuando se extrae al neonato del vientre materno. “Se hace una cesárea tradicional, se extrae al bebé y se lo coloca en el muslo de la madre, sin cortar el cordón umbilical para mantener la circulación materno – fetal a través de la placenta. Procedimiento que se lo realiza aproximadamente en 6 minutos, tiempo que dura la circulación a través del cordón umbilical” explicó el Dr. Eduardo Bauer, Médico Gineco-Obstetra, Coordinador de Docencia e Investigación HAP.
Explica, además que el niño no necesita anestesia ya que recibe la de la madre a través del cordón. Aquí el cirujano pediatra realiza el procedimiento para corregir la evisceración (exposición) de los intestinos del bebé y recién se corta el cordón umbilical.
La Gastrosquisis es una enfermedad rara, los reportes estiman 5 casos de cada 10 mil nacimientos. La mayor incidencia de los casos se registra en embarazos adolescentes y sus riesgos están atribuidos a la prematurez ya que el embarazo tiene que ser interrumpido entre las 32 y 34 semanas, lo que conlleva a complicaciones propias de su prematurez, pudiendo aumentar la morbi - mortalidad del neonato.
Para ampliar información sobre este innovador procedimiento, estamos a las órdenes para coordinar entrevistas con los médicos especialistas.