María Guamán Narváez, a sus 12 años, ingresó como becaria en el Hogar Calderón Ayluardo de la Junta de Beneficencia de Guayaquil. Sus padres solicitaron ayuda de la institución por la difícil situación económica familiar por la que estaban pasando.
"Trabajaba en el reciclaje junto a mi esposo. Un día andaba reciclando por la calle 9 de Octubre con mi hija, me vio una monjita y me preguntó si quería ingresar a mi hija al hogar. En ese momento me asusté, porque no sabía que la Junta de Beneficencia de Guayaquil me podía brindar la ayuda que necesitaba", expresó su madre, Carmen Narváez, quien desea que su hija tenga un futuro exitoso.
"Mi hija ingresó en marzo del 2005 al Hogar Calderón Ayluardo de la Junta de Beneficencia de Guayaquil y como si fuera poco, en el mes de mayo del mismo año, la institución me dio trabajo en el mismo lugar. Eso fue una bendición para mi familia", añadió Carmen.
Su hija, María, cursa el Octavo año de básica en la Unidad Educativa Santa Luisa de Marillac de la Junta de Beneficencia de Guayaquil, donde estudia desde que ingresó como becaria del Hogar Calderón Ayluardo de la Junta de Beneficencia de Guayaquil.
En el 2013, con el apoyo de su profesora en la preparación académica, ingresó al concurso Mini Genios, organizado por diario El Universo y junto a sus compañeras quedaron vicecampeonas. "En el 2014 me llamaron para el concurso Genios categoría Letras y conté con el apoyo de mi mamá y mis compañeros, lo que me dio valor para responder con honestidad las preguntas y alcanzar el campeonato en esta categoría", comentó emocionada.
"Mi propósito era hacer quedar bien al Hogar Calderón Ayluardo de la Junta de Beneficencia de Guayaquil, ya que era la única que lo representaba y lo logré con la ayuda de Dios, mi madre, los profesores y las hermanas del Hogar", añadió.
La preparación fue ardua, ya que estudiaba hasta muy tarde en la noche para cumplir con sus tareas de la Unidad Educativa Santa Luisa de Marillac y lo que demandaba su participación en el concurso.
En el futuro, María quiere estudiar comercio exterior, porque quiere ayudar a sus padres y a las personas más pobres, como una muestra de agradecimiento a la Junta de Beneficencia de Guayaquil por haber ayudado a su familia cuando más lo necesitó.
