Andrea Latorre es una joven madre que tuvo que enfrentar una dura realidad. Su hijo Lucas nació con una deformidad llamada pie equino varo, que afecta su pie derecho. Gracias a la atención brindada en el Hospital de Niños Dr. Roberto Gilbert de la Junta de Beneficencia de Guayaquil, hoy el pequeño da sus primeros pasos con la esperanza de llevar una vida normal, al concluir el tratamiento.
En el momento del parto Andrea escuchaba las voces de los médicos mientras comentaban sobre el pie de su bebé. "Para mí fue muy fuerte porque jamás imaginé que mi hijo nacería con una deformidad y pensé que nunca podría caminar de manera normal", recuerda.
Su desesperación hizo que lo llevara a varios médicos particulares. Uno le dijo que tenía pie equino varo e inició el tratamiento con la colocación de yesos pero no tuvo resultados. En total a Lucas le practicaron 3 tratamientos, el último, a los 6 meses de nacido en el Hospital de Niños Dr. Roberto Gilbert de la Junta de Beneficencia de Guayaquil.
"Si lo hubiese traído primero a este hospital, mi hijo ya estaría caminando y no hubiese gastado tanto dinero particularmente. En cada consulta y colocación de yeso gastaba 100 dólares semanalmente", recuerda Andrea quien hoy se siente feliz porque su hijo después de 7 yesos, uno por semana; y una pequeña cirugía que duró 25 minutos ya tiene corregido su piecito pero debe usar la férula por tres o cuatro años, para mantener la posición correcta del pie.
Lucas ahora tiene 1 año 3 meses y ha comenzado a dar sus primeros pasos de la mano de su mamá quien jamás descuidó su situación. Ella agradece que el Hospital Roberto Gilbert tenga un área y médicos especialistas para el tratamiento de esta patología.