Jhonny Luna, de 14 años, nació con una deformidad en los dedos de sus manos que lo obligaba a mantenerlas con un puño semicerrado. Gracias a la atención que recibió en el Hospital de Niños Dr. Roberto Gilbert y a la operación gratuita que le realizaron en el Hospital Luis Vernaza, hoy puede llevar una vida normal.
Que su hijo no pueda hacer nada con sus manos era la mayor preocupación de Graciela Pérez, madre de Jhonny. Por su malformación, él pasó muchas dificultades desde pequeño. No podía coger un vaso, las cosas se le caían y no podía escribir bien.
Por eso, Graciela lo llevó a varios centros de salud y hospitales en donde solo le hacían terapias ya que la cirugía no podía ser costeada por la familia. "(En) una ocasión consulté (con) un médico particular y me dijo que la cirugía para corregirle las manos costaba aproximadamente 2 mil dólares por cada dedo, dinero que jamás iba a poder reunir", comentó.
Pero la esperanza de que Jhonny lleve una vida normal renació cuando fueron a la consulta de cirugía plástica en el Hospital de Niños Dr. Roberto Gilbert. Allí examinaron al menor y lo derivaron al Hospital Luis Vernaza en donde los médicos inmediatamente procedieron con su hospitalización a fin de prepararlo para la primera cirugía.
El agradecimiento llenó los corazones de los integrantes de esta humilde familia, que vive en un sector popular de Guayaquil, cuando supieron que la Junta de Beneficencia asumiría todos los costos de la evaluación y de las cirugías.
Hoy, el joven ha mejorado su calidad de vida y puede realizar sus actividades sin problemas. "Mis exámenes los daba oral porque me demoraba mucho al escribir. Ahora, con la cirugía ya puedo escribir más rápido y tengo tiempo para jugar pelota con mis compañeros", dijo Jhonny.
"Viviré agradecida de la Junta de Beneficencia, de su Hospital Luis Vernaza, de los médicos y todos los que están haciendo posible que mi hijo pueda tener sus manos normales", concluyó Graciela.