Didier Riviera tiene dos meses de vida y un corazón a prueba de batallas. Y es que al nacer fue diagnosticado con ‘tetralogía de Fallot’, cardiopatía congénita que afecta a 2 de cada 10. 000 recién nacidos vivos en el mundo. Aunque fue un embarazo a término, tenía muy bajo peso y era muy pequeño.
Al momento de nacer en la ciudad de Machala, fue derivado al Hospital de Niños Dr. Roberto Gilbert E. Para que Didier pudiera ser intervenido, debió crecer y ganar peso; por lo que estuvo hospitalizado con tratamiento específico hasta que alcanzó los 2.7 kilogramos para poder corregir quirúrgicamente la obstrucción que evitaba que la sangre llegue al pulmón. Su cirugía duró aproximadamente 5 horas.
“Con mes y medio mi pequeño entró a quirófano. Estaba consciente de las dificultades que se podrían presentar y aunque fueron las peores horas de mi vida, llorando de esquina en esquina, sin familia, confiaba en el excelente equipo médico que tiene este hospital, que prácticamente se convirtió en mi segundo hogar y por supuesto, estaba aferrada en el poder de mi Dios”, expresó entre sollozos Yudy Cristobal, la madre del pequeño Didier.
Al igual que la cirugía, el postoperatorio fue exitoso, y Didier pudo irse a casa donde crecerá sin complicaciones, y aunque en algún momento de su vida habrá que colocarle una válvula, no será ninguna limitante para que él desarrolle una vida normal.