Elizabeth Carabalí, es oriunda de Esmeraldas y tiene 56 años. Su esposo, Víctor, fue víctima de un derrame y a ella se le diagnosticó Cirrosis Hepática. Gracias a la Junta de Beneficencia, estas enfermedades son tratadas de manera gratuita en el Hospital Luis Vernaza.
Desde que Víctor enfermó, pasó sus días postrado en una silla de ruedas sin poder trabajar. A Elizabeth le tocó hacerse cargo del hogar, cuidar de sus hijos y esposo. Trabajaba en una empacadora haciendo largas jornadas durante semanas enteras a fin de conseguir dinero para comer.
"Mi vida y la de mi familia cambió radicalmente cuando empecé a sentirme mal, tenía muchos dolores, se me inflamó el estómago lo tenía demasiado grande, yo me ponía 2 pañales, no podía ir al baño, no me podía sentar, me ahogaba, se me salía el útero, eran muchos dolores intensos que no me quisiera acordar", nos cuenta Elizabeth.
Elizabeth y Víctor se trasladaron a Guayaquil en busca de ayuda. Por la falta de recursos económicos, pasaron cinco años sin atención médica ni alimentación. "Fueron momentos muy difíciles muy duros, pero sabía que tenía que salir de mi barriga, de mi enfermedad, siempre le daba gracias a Dios, y tenía fe, que me iba a mandar un ángel y que me ayudaría", recuerda.
En su desesperación la familia acudió a RTS, quienes por intermedio del programa la Noticia en la Comunidad, dieron a conocer el caso. Inmediatamente Elizabeth y Víctor fueron atendidos gratuitamente en el Hospital Luis Vernaza.
Luego de varios análisis, los profesionales de la salud le diagnosticaron a Elizabeth Cirrosis Hepática e iniciaron el tratamiento de la enfermedad. "Estoy a la espera de un trasplante para estar completamente sana, el doctor me revisa como estoy, si voy mejorando hasta encontrar un donante de órganos para la operación", comenta.
"Le doy gracias a Dios porque Él mandó unos excelentes doctores, que son ángeles, ellos y la Junta de Beneficencia de Guayaquil que me han ayudado y me están ayudando ya que hasta el día de hoy me dan medicina y atención gratuita, no solo para mí, también a mi esposo. Agradezco al Hospital Luis Vernaza y a la Junta de Beneficencia de Guayaquil por brindarme su amor y así como me ayudan a mí que continúen ayudando a muchas personas que también lo necesitan", concluye.