Luego de haber sido operada de un cáncer de estómago que obligó a los médicos a extirparle el 70% del órgano, Gladys Jacho, de 35 años de edad, solo esperaba "la voluntad de Dios". La cirugía fue delicada al punto que el médico oncólogo que la atiende le recomendó esperar al menos un año para que su cuerpo se recupere y pueda tolerar las dosis de quimioterapia.
Transcurrieron los meses y cuando se pensaba que un nuevo tumor había aparecido, Gladys se realizó una prueba de embarazo, el resultado: positivo. Llegó al Hospital Enrique C. Sotomayor para confirmar que tenía 27 semanas de gestación, el segundo después de quince años. Inmediatamente recibió vigilancia médica y la exoneración completa de gastos por servicios.
Hoy puede contar con alegría que ella y Mila (diminutivo de Milagros) como llamó a su hija son victoriosas, ya que la niña nació por cesárea y sin complicaciones, mientras ella pronto empezará los tratamientos que la ayudarán en su batalla contra el cáncer. "Mila me devolvió las ganas de vivir", dice Gladys con una sonrisa que desafía al miedo.