Matilde Tenorio tiene 104 años y goza de una mente lúcida. Recuerda que vino de su natal Esmeraldas a vivir con su nieta quien en lugar de cuidarla la dejo abandonada en la cooperativa Unión de Bananeros del Guasmo sur. Gracias a la oportuna intervención de la Junta de Beneficencia de Guayaquil, esta abuelita ya no estará sola y podrá tener una mejor calidad de vida en el Hogar del Corazón de Jesús.
¿Cómo pudo llegar a esa situación? ¡Nos preguntamos!
Gracias a la acción rápida y oportuna de la Junta de Beneficencia de Guayaquil fue trasladada al Hospital Luis Vernaza para recibir tratamiento médico. Se le diagnostico Otitis Media Purulenta, fue valorada por las especialidades de Cardiología y Otorrinolaringología. Tuvo una atención privilegiada por parte de los galenos del hospital.
Doña Matilde con su voz quebradiza nos comenta que se siente contenta, bien atendida, agradece mucho a las enfermeras y a las hermanas que la cuidan y alimentan.
Cierto es que sus movimientos son lentos y que tiene ciertas dificultades incluso para expresarse, pero aun así nos cuenta ya con un mejor semblante, que recibe a diario el cariño de los doctores, enfermeras, hermanas y familiares de los demás pacientes, se siente como en casa, aunque extraña a los suyos.
"Todos los días desayuno, almuerzo y meriendo, ¡es muy rica la comida!, me tratan bien, me dan mis medicinas, es bonita la casa donde estoy, me dan tranquilidad, siempre me llevan a conversar con mis compañeritas, voy a la iglesia a rezar en la mañana o en la tarde. Yo agradezco a la Junta de Beneficencia por preocuparse de mí, y no dejarme sola".