La tristeza de Juana Silva de pronto desapareció de su rostro. Su hijo Oswaldo, ajeno al sentimiento que vivía su madre, mezcla de alegría y gratitud, era el objeto principal de la donación de una silla de ruedas todoterreno que le fue entregada por la Junta de Beneficencia de Guayaquil gracias a la donación recibida de la organización Free Weelchair Mission y la intermediación de AmeriCares.
El pequeño Oswaldo nació con parálisis cerebral y era toda una odisea llevarlo al INFA, a recibir las terapias, físicas y ocupacionales; “he venido prestando una silla de ruedas o a veces la alquilaba para poderlo movilizar. Nosotros vivimos en el noroeste de Guayaquil y las instalaciones del INFA, están ubicadas al Sur”, nos dijo sin esconder su sonrisa de satisfacción.
Al igual que Oswaldo, otras 58 personas fueron beneficiadas con la entrega de sillas de ruedas todoterreno, entre ellos, habitantes de Manabí, Milagro, Jujan , personas que bordean los 90, 93 y 95 años.
Martina Menoscal, de Manabí, agradece a Dios y a la Junta de Beneficencia por la silla de ruedas que recibió, “varias veces traje a mi madre, de 88 años, en brazos, desde Manabí, a realizarle la consultas, a ella le amputaron una pierna y no teníamos dinero para comprarle una silla de ruedas para movilizarla, ahora podremos movilizarla en nuestra humilde casa o sacarla por los alrededores”, nos comentó Martina Menoscal.
La Fundación OSCUS y la Asociación Voluntarias Hospitalaria, ASVOLH, a través de sus representantes, María del Carmen Castaño y María Jesús González, recibieron la donación de 10 sillas de ruedas, cada una, las que servirán para ayudar a personas necesitadas que se encuentran en la periferia de la ciudad, dentro de la labor social que ambas entidades realizan.
La Junta de Beneficencia de Guayaquil espera hacer la entrega de nuevas sillas de ruedas tan pronto como otras fundaciones humanitarias del exterior las envíen para beneficio de los ecuatorianos que más lo necesitan.