La sangre es un elemento del cuerpo humano que no se lo puede fabricar. Por ello se hace necesaria su donación voluntaria para poder realizar transfusiones a aquellas personas que lo necesitan, hecho que se ha convertido en una parte imprescindible de la asistencia sanitaria en el mundo. Por ello, la donación de sangre constituye el lado humano y social de la transfusión. En esta labor, los diferentes estamentos de la sociedad tienen un papel fundamental, actuando como agentes multiplicadores y difusores del mensaje de donar sangre.
En nuestro país, el incremento de los accidentes de tránsito, y otros, la creación de unidades de medicina intensiva y las importantes necesidades de algunos enfermos que antes eran considerados irrecuperables, son algunos de los elementos que han provocado esta demanda permanente de sangre. Estos y otros problemas también han hecho aumentar, extraordinariamente, las necesidades de derivados de la sangre (plasma, concentrados celulares, factores antihemofílicos, entre otros.
Hoy, la donación de sangre ya no es aquel gesto espectacular de los pioneros de la donación, aunque no es todavía el acto frecuente que debería ser. El hecho de donar sangre refleja una actitud responsable y solidaria que hay que imitar porque se busca convertir la donación en un hecho habitual en una sociedad y en la vida de los ciudadanos.
La Junta de Beneficencia tiene un Banco de Sangre para atender su alta demanda en sus cuatro hospitales y, además, atender la demanda de la ciudadanía, con el fin de hacer posible que las necesidades de sangre y sus derivados sean cubiertas totalmente.
Son varios las razones para hacer efectuar la donación de sangre, entre ellas: Con una donación, se salvan tres vidas. La cantidad donada sólo representa el 10% de la sangre que normalmente se posee, porcentaje que no interfiere con el funcionamiento normal del organismo. La donación de sangre se puede hacer a cualquier hora del día, sin necesidad de condiciones especiales. Cada día 75 personas salvan su vida gracias a las transfusiones. Los tratamientos de cáncer, la cirugía compleja, los accidentes de tráfico, los transplantes de órganos,... serían imposibles sin donaciones de sangre. La sangre no puede fabricarse. Si piensas donar cuando haya una emergencia, ya llegas tarde. Tu sangre debe ser sometida a pruebas y procesos. Por lo tanto, es mejor acudir antes de que aparezca la necesidad. Porque mañana, a lo mejor, le hace falta a uno de los tuyos.
Hay algunos requisitos para donar sangre, así como, son varios los productos derivados de una donación. Todos estos argumentos serán expuestos en el banco de Sangre de la Junta de Beneficencia que funciona en el Hospital Enrique C. Sotomayor, ubicado en Ayacucho y 6 de Marzo, donde, este 14 de Junio, se desarrollará una sesión en la que destacarán la trascendencia de la donación de sangre y el reconocimiento para aquellos ciudadanos que lo vienen haciendo voluntariamente. ¡Dona Vida… dona Sangre!