Los pacientes seleccionados fueron  los que presentan epilepsia refractaria, es decir, aquel tipo de epilepsia que no cede o se la puede controlar con los medicamentos. “La evaluación de los neurólogos y neurocirujanos, demostró que tenían una parte específica del lóbulo temporal del cerebro afectada,  que podía ser corregida quirúrgicamente, con un alto porcentaje de éxito para el paciente” manifestó el Dr. Jonathan Partington, médico Neurocirujano de Physician for Peace.

No determinó un tiempo inmediato para conocer si los pacientes van a seguir con las crisis, pero aseguró que todos están muy bien neurológicamente. Las estadísticas muestran que con la cirugía hay  un 80% de éxito, en la epilepsia refractaria. “Sólo dos terceras partes de los pacientes epilépticos pueden ser controlados con medicamentos, el resto corresponde a pacientes con epilepsia refractaria y tienen como única alternativa la cirugía correctiva”, señaló el galeno norteamericano.

Dayana Fernández, de 13 años, fue la paciente de menor edad que fue operada. Padecía de ataques epilépticos desde los dos años de nacida, dijo su madre Bartola Fernández e indicó que Dayana es, desde hace 3 años, paciente del Instituto de Neurociencias, “aquí me dijeron los médicos que el caso de mi hija podía ser corregido con una cirugía; que tenía que hacerle todos los exámenes para la valoración de los médicos extranjeros y que la operación sería gratuita en el Hospital Luis Vernaza”, indicó.

Tras la operación, Dayana se recupera satisfactoriamente, seguirá tomando la medicina hasta paulatinamente irla suprimiendo, según le indicaron los médicos. “No tenía miedo operarme, porque me habían explicado que con la operación iba a quedar bien y mi mamá ya no iba a sufrir al verme cuando me daban las crisis”, manifestó Dayana, mostrandonos una amplia sonrisa, luego de decir que sufría de fuertes dolores de cabeza a causa de la enfermedad.

Gina Pozo, de 28 años, recordó que las crisis se le presentaron a los 17 años. Acudió  al Instituto de Neurociencias pero, pese a la medicación, no lograba superar sus crisis. Le hicieron nuevas valoraciones y  la postularon para la cirugía.

A causa de su epilepsia, Gina no pudo  alistarse en las filas del Ejército o de la Armada, “mi sueño era hacer una carrera militar y se me apagó. Decidí estudiar Ingeniería en Sistemas, pero tuve que abandonarla estando lista para recibirme como profesional, por recomendación médica. Pero mi carácter y fortaleza espiritual me llevó a administrar y atender un pequeño bazar, en el cantón Playas, donde vivo con mi familia”, manifestó.

Hoy, Gina se siente muy optimista con la operación, espera no volver a sentir esa angustia y opresión en el pecho que le ocasionaban las crisis, las convulsionantes, de las que padecía, cada vez, de manera más frecuente.

El Hospital Luis Vernaza continuará con el programa de cirugía de epilepsia refractaria en beneficio de los pacientes de escasos recursos económicos dada la capacidad de sus médicos y neurocirujanos como los doctores Mario Izurieta y Bolívar Cárdenas, baluartes del área de Neurocirugía y con amplia experiencia.

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