Fueron más de 230 los pequeños pacientes que de pronto sonrieron y se olvidaron de sus males, de las operaciones por fracturas, por apendicitis, por problemas neumológicos u otra afección que los mantienen ingresados en una de las salas del hospital de Niños Roberto Gilbert, porque el Jo jo jo... de Papá Noel, los sorprendió gratamente.
Ashley Macias, sufrió un accidente de tránsito e está imposibilitada de caminar por un desgarre de su pierna, sonrió junto a su abuelita, Mercedes, quien la cuida. Ella dijo que "esto era una sorpresa para los niños y para los padres. Nosotros vivimos en el suburbio de Guayaquil. Gracias a la Junta de Beneficencia".
La mamá de Norma Elisa, se emocionó hasta las lágrimas. "No tengo para comprarle un juguete a mi niña y mire, la voluntad de Dios y de ustedes es grande", expresó, mientas alentaba a su pequeña a que entone los villancicos. La pequeña abrazaba a su muñeca que recibió de manos de Papá Noel. Norma Elisa fue operada de estrabismo en ambos ojos.
Carolina Rivera se quejaba por un cólico renal. Pero al tener los juguetes en sus manos, le alivió el dolor. Su mamá, Rosa López, con lágrimas manifestó su preocupación por la salud de su niña, pero al mismo tiempo la alegría por el mágico momento que las autoridades que los directivos del Hospital Gilbert le hicieron pasar a los niños.
Oscar Orrantia, Inspector del hospital de Niños Roberto Gilbert, señaló que este "es el día más feliz del Hospital, porque conseguimos las mejores sonrisas de los niños, eso es lo más importante. Todos los días tratamos de recuperar su salud, darles atención y cuidado, pero este día es impresionante, todos los niños están contentos porque la venida del Niño Jesús lo recordamos aquí y lo importante es lograr la recuperación de la salud con una sonrisa en estas navidades", acotó.
Jonathan escogió entre tres regalos, "este es el más bacán" dijo al escoger un juego de carros. Su mamá dijo sentirse feliz porque ella no tenía para comprarle un juguete a su hijo en esta Navidad.
Dr. Valenzuela, recordó que esta es una tradición que inicio con el Dr. Roberto Gilbert "pero que se ha venido continuando con los señores Inspectores y sus esposas que nos acompañan año a año. Con esto buscamos un momento de alegría y felicidad porque muchos de ellos no van a poder estar en sus casas el 24 de diciembre, el día más importante para los niños y la familia. Esto nos permite a todo el personal del hospital compartir la felicidad de ellos, el saber amar y compartir entregándoles algo de esa felicidad que todos tenemos por dentro pero que a veces no sabemos entregarla".