Néstor, Enrique y Norma, fueron tres de los veinte personajes titiriteros de la Mansión de los abuelos, que realizó su primera función en el auditorio del Hogar del Corazón de Jesús de la Junta de Beneficencia de Guayaquil.
Norma de 74 años, reside desde hace 7 años en el hogar y cree que este tipo de actividades les ha ayudado mucho en la integración y descubrimiento de talentos que han tenido escondidos. "Aquí estamos olvidando nuestras dolencias. Durante los ensayos, disfrutamos, gozamos y hasta nos reímos de lo que hacemos" manifestó Norma, quien representaría a una de las cheerleaders de la obra la Mansión de los abuelos, que combinó el teatro y los títeres.
Para Enrique Vargas de León, un mexicano que llegó a residir hace 3 meses al Hogar del Corazón de Jesús, esta ha sido una maravillosa experiencia. "Pensé que este lugar iba a ser aburrido y triste, pero ha sido lo contrario. Tenemos muchas actividades que hasta se nos pasa rápido el tiempo de lo ocupado que estamos" señalo emocionado previo a su primera experiencia en las tablas.
Para la puesta en escena de la Mansión de los abuelos, sus integrantes, todos adultos mayores, demuestran también su parte creativa ayudando en la elaboración de la utilería y confección de los títeres que personificarían cada uno de ellos. "Con estas actividades estamos descubriendo sus talentos, habilidades y destrezas y hemos logrado su inclusión, ya que muchas veces se piensa que por su edad no pueden hacer este tipo de actividades" señaló Paúl Hesney, encargado del área recreativa del Hogar del Corazón de Jesús.
La Mansión de los abuelos hará su segunda presentación el próximo 5 de septiembre en el auditorio del Hogar del Corazón de Jesús.
