"Me siento emocionada. Vine con toda mi familia, mi esposo, mi nieto, mis hijos, mis hermanos y mi nuera a vivir este momento con ellos. Ha sido una experiencia maravillosa", expresó María de Falquez luego de escuchar la misa campal en el Panteón Metropolitano de la Junta de Beneficencia de Guayaquil, el pasado 23 de agosto, día en que se lo celebra en diferentes países del mundo.
"El mundo unido por la vida" inició su celebración con la Santa Misa, que fue un momento para rendirle homenaje a Dios, a las personas que han fallecido y un agradecimiento por la vida propia, así como la de los seres queridos.
La música también se hizo presente con el Coro de la institución que interpretó varias canciones durante la misa y de manera especial la canción "sueña" que la entonaron en el momento en que familiares y amigos lanzaron cientos de globos blancos al cielo escritos con mensajes para sus seres queridos. "Vine con mi esposo, tenemos algunos angelitos en el cielo y el mensaje va dedicado a ellos porque siempre están en mi mente", dijo Judith Vargas.
Este sin duda fue uno de los momentos más sensibles del evento, donde fue suficiente alzar la mirada para ver cómo los globos subían hacia el cielo hasta volverse imperceptibles a los ojos. "Tenemos la fe de que las palabras que escribimos llegarán al cielo hasta Dios y nuestros familiares", expresó Michelle Villavicencio una joven que estuvo con su familia.
El mundo unido por la vida" es una iniciativa de la Asociación Latinoamericana de Parques Cementerios y Servicios Exequiales (ALPAR) organización que agrupa las más reconocidas funerarias y cementerios de 24 países de América y Europa, cuya finalidad es conmemorar la vida de los que han partido, nuestra vida y la vida de los que amamos