Una vez que el señor Presidente de la república, Lic. Lenin Moreno Garcés, ha sancionado el decreto #1137, que ordena el pago del anticipo impuesto a la renta, para con esos recursos cancelar las deudas que el sector público de salud mantiene con la Junta de Beneficencia de Guayaquil, Solca y la Cruz Roja, es nuestro deber agradecer al señor presidente por su apoyo y por su decidido actuar.
Honrar los pagos a la Junta de Beneficencia y otras, es tanto justo como legítimo, pero sobre todo necesario, toda vez que nuestra institución con 132 años de servicio al pueblo ecuatoriano es un pilar fundamental en la provisión de servicios médicos para los residentes de la región costa, así como para miles de pacientes con cuadros de extrema complejidad procedentes de todo el país.
Por lo expuesto, y en virtud de que este tan acertado gesto del señor presidente está orientado a solucionar de manera definitiva nuestras acreencias con el sector público ecuatoriano, es importante exponer, tanto a las autoridades, así como al público en general, que la deuda con la Junta de Beneficencia suma a la fecha más de 108 millones de dólares, cantidad que se incrementa día a día, pues seguimos atendiendo a los pacientes derivados del IESS y del Ministerio de Salud Pública, MSP: Los rubros adeudados son:
Ministerio de Finanzas (devolución IVA, impuesto cheques) $ 3’584,000
Ministerio de Salud (servicios de salud) $ 52’352,000
IESS (servicios de salud) $ 52’527.000
Total $ 108’464,000
Lo ofrecido por el señor presidente es sin duda una noticia muy favorable para nuestra institución, cuyas finanzas se encuentran tremendamente afectadas por estas deudas (que en algunos casos tienen más de 8 años de antigüedad), pero también por los efectos ocasionados para atender la pandemia covid-19, la cual hemos tenido que enfrentar con los pocos recursos disponibles en detrimento de nuestro patrimonio histórico.
Enfatizamos que, solo con la cancelación total de los valores antes señalados se cumplirá con el mandato expreso del decreto #1137. Solo así, también, podremos mantener nuestra actividad de salud y humanitaria, y evitar seguir apagando luces en perjuicio directo de los sectores más necesitados del país
