Guayaquil, 12 de octubre de 2009
Enmarcado en el convenio Institucional entre la Junta de Beneficencia de Guayaquil y la Universidad Católica de Chile, el Hospital de Niños Roberto Gilbert, mantiene el programa de capacitación que tiene dos objetivos, la docencia y el asistencial.
Sobre la docencia, la JBG ha enviado a Chile a personal médico y de enfermeras ha capacitarse y otros lo hacen aquì, cuando ariban misiones m`dicas cardiològicas de Estados Unidos y Chile. Se entrena en cirugìas de corazòn abierto, es decir, en intervenciones de corazón con bomba de circulación extracorpórea ; y, de corazòn cerrado, cuando no la utilizan, es decir mediante cateteruismo cardiaco, que es un procedimeinto de diagnòstico terapèutico menos agresivo.
En la presente semana se realziaràn un total de 25 operaciones de niños con diferentes patologías cardiacas . se las realizarà con l os procedimientos antes indicados con la presencia de los mèdicos cirujanos chilenos cuyos principales sonm los doctores Pedro Becker, cirujanocardiovascular; y, Felipe Heusser, especilista en el procedimiento de cateterismo cardiaco.
El cateterismo es un procedimiento que se lo implementó como un procedimiento diagnóstico. Se comenzó a dar un rol de mas importancia a este procedimiento en busca de solucionar o tratar problemas cardiovasculares, esto es introduciéndose una sonda endovascular, se puede ocluir vasos anormales que están presentes en niños, o bien abrir vasos que están obstruidos. Gracias a este procedimiento se ha logrado excluir a niños de procedimientos quirúrgicos.
“La tecnología avanza a pasos agigantados y cada día nos permite contar con mejores dispositivos o instrumentos para poder solucionar problemas endovasculares por vía venosa o arterial. Un 40% de las cardiopatías se las soluciona a través de cateterismo intervencional, y el Hospital cuenta con los equipos y tecnología para hacerlo” expresó el Dr. Simón Duque, Jefe del Área de Cardiología Pediátrica del Hospital de Niños Roberto Gilbert. Además, indicó que los niños que se operaron de corazón abierto, son pacientes de mediana complejidad, que no van a necesitar más cirugías en su vida. Se les corrige su dolencia y pueden reintegrarse a su mundo social y llevar una vida completamente normal sin necesidad de otros procedimientos quirúrgicos o intervencionales.
Mientras que para atender los pacientes de alta complejidad, el Hospital de Niños Roberto Gilbert, se está preparando para ser un Centro de Cardiocirugías Pediátricas, que permita abordar en un futuro este tipo de procedimientos. “Para crear esta unidad cardiovascular, se necesita de una gran complejidad, de un grupo intraoperatorio conformado por cirujanos especializados, muchos de ellos ya se están entrenando fuera del país, anestesiólogos, bombista, que es aquel profesional que se dedica a mantener la perfusión en todo el cuerpo a través de la máquina de corazón pulmón; a nivel post operatorio el Hospital ya tiene una unidad cardiovascular, de recuperación; y el personal también está entrenando en esta instancia, además, el manejo del cardiólogo que es básico en este tipo de paciente” , explicó el Dr. Duque.
La formación es larga y muy exigente, nos refiere el Jefe de Cardiología. Se la puede desarrollar en no menos de diez años. “Es una especialidad muy exigente donde se necesita que el personal este disponible todo el tiempo porque son pacientes que necesitan de un cuidado especial”, destaca el Dr. Duque.
Para el caso del cateterismo intervencionista, se requiere de la misma secuencia de formación, después de ser un cardiólogo pediatra de hacer especialidad de hemodinamia pediatrica, que son tres años.
Se debe tener una precisión matemática, milimétrica, “porque hay que pensar que navegar por el sistema vascular con materiales extraños o dispositivos ajenos al cuerpo es una cosa muy delicada”, destaca el Dr. Duque.
En el Hospital Gilbert se están operando entre 1 5 0 a 1 7 0 niños, cada año, y de ellos entre 80 a 90 cirugías de corazón abierto y entre 70 u 80 de cirugías de corazòn cerrado.
En estas operaciones intervienen misiones médicas de Estados Unidos y de Chile. Justamente, coordinada por los cardiólogos Pedro Becker, cirujano; y, Felipe Heusser, experto en Procedimientos de Cateterismo Cardiaco, la misión la integran nueve profesionales más, entre médicos y personal de enfermería que asiste en quirófano, cuidados intensivos y post operatorios.
Han seleccionado a 25 menores para operarlos; 10 con cirugías de corazón abierto y 15 intervenciones con cateterismo cardiaco, “hoy en día la mayoría de las enfermedades del corazón y las malformaciones más simples, no menos graves, se pueden corregir a través de catéteres, los defectos, los agujeros en las paredes, las válvulas estrechas o las comunicaciones anormales, se las pueden resolver con catéteres evitando las cirugías con circulación extracorpórea”, destaca el Dr. Heusser.
Menciona que la mayoría son reparaciones definitivas; otras son paliativas, algunas permiten que el paciente se los lleve a condiciones que pueda seguir adelante, pero en definitiva lo más habituable es que sean definitivas. No hay edad para este tipo de intervenciones, se las puede hacer desde recién nacidos.
“La parte más importante es hacer un trabajo en conjunto con los profesionales del Hospital Roberto Gilbert. La idea es que cada vez más el rol nuestro sea menor y mayor el rol de los profesionales del Hospital. El equipo de personas, también, se los está preparando en Chile, van al Hospital de la Universidad Católica de Santiago de Chile y hemos estamos trabajando con otros acá, el equipo de personas es clave en este tipo de proyectos”, destacó el cardiólogo chileno.
Indicó que los problemas congénitos de corazón son iguales en todos los países del mundo. “El tema es que si se los trata tienen oportunidad de vivir si no mueren. No es problema de pobreza. Estas enfermedades son las más caras de tratar. Es muy importante que los países nos preocupemos de esto, aunque tengamos recursos limitados; lo que se trata es de salvar vidas de hacer ciudadanos útiles. En Chile el tema cardiológico de los niños ha mejorado en los últimos 10 ó 15 años, ha mejorado muy significativamente. Hoy los niños tienen acceso a un tratamiento adecuado, lo que no ocurría hace 20 ó 25 años”, destaca el cardiólogo Felipe Heusser.
Esta humanitaria misión estará operando hasta el viernes 9 de octubre y los menores son pacientes que con mucha antelación se vienen haciendo tratar en el Hospital de Niños Roberto Gilbert, los que ahora han sido seleccionados para ser intervenidos y superar las dolencias congénitas que a nivel de corazón trajeron cuando nacieron.
Las madres de dos menores intervendios agradecieron a Dios porque sus hijos van a tener una mejor calidad de vida y van a desarrollarse como todo niño. Margarita Cevallos Monserrate del cantònEl empalme, dijo que, au hijo Wilter Moisès Mendoza Cevallos, de 6 años, que padecìa de una Coartaciòn de Aorta, fue sometido a un catetrismo para corregir esta malformaciòn que le impedìa desarrollar una vida propia de su edad, "no podìa correr, sltar, jugar, porque se cansaba. Gracias a Dios, a la JBG y a sus mèdicos, ahora sè que va a desarrollarse normalmente", acotò.
Mientras que Dora Jàcome Gonzàlez, del cantòn Milagro, se refiriò que su hijo Ivàn Alexander Herrera Jàcome, de 7 años, fue operado de corazòn abierto, por una CIV Intraventricular, enfermedad que padecìa desde los 3 meses de edad. "Gracias a Dios va a disminuir mi padecimiento, porque esta operaciòn va a restablecer totalmente a mi hijo. Somos una familia muy pbre que no tenemos para viajar o pagar un mèdico particular. Aqui en el Hospital Gilbert me han ayudado todos los mèdicos. Ahora los cirujanos chilenos lo incluyeron para operarlo y he rezado para que mi hijo salga bien. Mìrelo, mi hijo ha cambiado su fisonomìa es de un niño normal, parece que no tuviera nada. Gracias a Dios y las manos de los mèdicos que los han operado", dijo doña Dora.