Elva Santana llegó desde la comunidad de Pepa de Huso del Cantón Montecristi, Provincia de Manabí, lo hizo acompañado a Reinaldo Anchundia, su hijo, a quien una fiebre reumática le quitó la movilidad de sus piernas a pocos meses de nacido. Elva lucía muy feliz, pero más lo estaba su hijo; a sus 27 años, recibió su primera silla de ruedas que le permitirá movilizarse por su cuenta.