Maura Rubiela, de 48 años de edad, es madre de ocho hijos y vive en Colombia. Junto a su esposo tuvo que enfrentar una dura realidad: Miryam, una de sus hijas nació con una malformación congénita llamada labio leporino con paladar hendido. Después de 16 años y dos cirugías en Nariño, la joven se sometió a una cirugía de forma gratuita en el Hospital Luis Vernaza de la Junta de Beneficencia de Guayaquil.
Miryam fue operada dos veces en Colombia. La primera vez a los 6 meses de edad y más tarde a los 4 años, sin embargo, debía someterse a una tercera intervención con el fin de corregir toda la malformación. Desafortunadamente, la situación financiera de Maura y su esposo no lo permitía.
"Ella siempre se sintió cohibida, no quería conversar con nadie, se sentía mal, no porque nosotros la hagamos sentir así, pero desafortunadamente ella se siente así. Mi anhelo como madre es que ella sea igual a todos", comenta Maura.
Un día, la familia viajó a Ibarra para visitar a varios parientes y fue entonces que uno de ellos le contó a Maura sobre la Fundación Rostros Felices y las operaciones gratuitas que iban a realizar. Inmediatamente acudió al lugar con la joven, que fue evaluada por Dr. Jorge Palacios, quien le dio la buena noticia: Myriam sería operada en Guayaquil en el Hospital Luis Vernaza de la Junta de Beneficencia de Guayaquil.
"Una vez en el Vernaza, el trato de los doctores, las enfermeras, fue excelente, todos son un amor, me sentía en familia, como en casa... Gracias a Dios no he tenido que pagar nada, me han brindado esta ayuda inmensa... Estoy muy agradecida con la Fundación y la Junta de Beneficencia, es un proyecto muy grande el que tienen y voy a orar mucho, gracias por realizar el sueño de mi hija, volver a sonreír", concluye.