En efecto es la decimosexta cena que se organiza en el denominado Consomé Caliente para el Alma toda vez que los recursos que de ella se derivan sirven para atender a los enfermos en etapa terminal que llegan a la Fundación Casa del Hombre Doliente que administra la Iglesia Católica.
La décimo sexta Cena de la Solidaridad se llevará a cabo mañana Jueves, 25 de octubre del 2012, en el Club de La Unión, su costo es de $1.000, con derecho a dos invitaciones con pase total para cuatro personas. Varios representantes de las cámaras de la producción de Guayaquil han confirmado su asistencia.
El programa abarca la presentación del Cuarteto de Cámara de la Unidad Educativa Mixta José Domingo de Santistevan de la Junta de beneficencia, la compañía de baile flamenco Andanzas y la intervención de la reconocida soprano Astrid Achi. Se realizarán sorteos, entre los asistentes, de artículos donados por la empresa privada e intervendrán el Ing. Ernesto Noboa Bejarano, y el P. César León, Presidente y Director Ejecutivo de la Fundación Casa del Hombre Doliente.
Con los fondos que se recauden se podrá atender los gastos que se originan en la atención de la casa-albergue, alimentación, tratamiento médico y medicina, servicio de enfermería y atención espiritual y psicológica que reciben, sin costo alguno, los enfermos sin hogar, sin familia y en estado terminal.
Son más de 150 las personas que anualmente se benefician de las actividades del grupo de voluntarios que hacen la Casa del Hombre Doliente que administra la Iglesia Católica a través del P. César León, Director de la misma.
La Casa del Hombre Doliente no tiene fines de lucro, a lo largo de sus 26 años ha venido atendiendo a personas indigentes en etapa terminal, brindándoles cuidados y atención médica. Desde el año anterior se vienen dando cambios para optimizar su infraestructura y mejorar el servicio para los pacientes con una atención integrada, ayuda espiritual y psicológica, inclusive, todo, sin costo. En este lapso ha sido la Junta de Beneficencia de Guayaquil un apoyo importante para mantener este proyecto eminentemente social para atender, al término de la vida, a muchos indigentes.