Su visita la inició con la celebración de la Misa en la capilla del Instituto de Neurociencias de la Junta de Beneficencia de Guayaquil, a la que asistieron casi un centenar de pacientes de salud mental que residen en el Instituto; además de médicos, enfermeras y personal administrativo.
Luego, el Ing. Benjamín Rosales, Inspector del INC, acompañó a Mons. Luis Gerardo Cabrera, Arzobispo de Guayaquil, al recorrido que hicieron por algunas de las instalaciones, donde fue recibido con alegría por los pacientes quienes se acercaban a saludarlo y pedirle la bendición.
Estuvo en la Consulta Externa, donde se brinda un promedio de 9 mil atenciones mensuales, el área de Residencias de mujeres y las dos salas de Paliativos (área de pacientes crónicos), donde pudo apreciar en su conjunto el trabajo profesional y humanizado que la Junta de Beneficencia realiza con los pacientes, muchos de ellos abandonados desde hace más de 40 años, según explicó el Ing. Rosales.
Durante su visita, Monseñor Cabrera, conoció de cerca la obra social que realiza la Junta de Beneficencia con los más desamparados. “Es un hermoso trabajo que realizan. Ayudar con espiritualidad y vocación no es una opción, sino una decisión de servir a tantas personas que lo necesitan por su condición mental; y ustedes han decidido hacerlo desde hace muchos años” señaló, durante el recorrido.
Hablaron de los nuevos modelos de atención implementados en el INC, de la reinserción familiar que han logrado de a poco, con pacientes que tenían muchos años abandonados y de los proyectos de mejora para continuar brindando una atención de calidad y digna a más de 350 pacientes, abandonados que residen en el Instituto de Neurociencias, a lo que el refirió “No tengo sombrero, pero me lo sacaría”
