Elva Santana llegó desde la comunidad de Pepa de Huso del Cantón Montecristi, Provincia de Manabí, lo hizo acompañado a Reinaldo Anchundia, su hijo, a quien una fiebre reumática le quitó la movilidad de sus piernas a pocos meses de nacido. Elva lucía muy feliz, pero más lo estaba su hijo; a sus 27 años, recibió su primera silla de ruedas que le permitirá movilizarse por su cuenta.
Solbrisa Cercado de 61 años, fue otra de las beneficiarias, ella recibió sillas de ruedas para su hija y su nieta quienes padecen de osteogénesis imperfecta, un trastorno genético en el cual los huesos se fracturan con facilidad. “Mi columna ya no aguanta más, por este motivo estamos muy agradecidos con esta ayuda que nos permitirá movilizar con facilidad a nuestros familiares”, señaló emocionada.
Ellos son parte de las 30 personas que esta mañana recibieron sillas de ruedas por parte de la Junta de Beneficencia y la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los últimos días. Eduardo Romero, Sub Inspector de relaciones exteriores y gestión de donaciones expresó que el objetivo de estas entregas es mejorar la calidad de vida e incluir a la sociedad a las personas con capacidades reducidas,
El año anterior la Institución guayaquileña benefició a 909 personas con la entrega de sillas de ruedas; y en lo que va del 2018 ha beneficiado a 440 ecuatorianos.