Es el Hogar del Corazón de Jesús de la Junta de Beneficencia de Guayaquil, que este jueves 25 de junio cumple 128 dedicados exclusivamente al cuidado integral del adulto mayor.
En el residen 246 abuelitos, entre hombres y mujeres que por su propia voluntad han decidido pasar sus años dorados en este hogar, donde reciben una atención especializada basada en un modelo de envejecimiento exitoso, disfrutando de un programa de actividades variadas orientadas a mantener sus capacidades cognitivas y físicas, pero sobre todo reciben el cariño de quienes los cuidan.
Con el cambio a la nueva normalidad, ellos también se están adaptando y cumplen protocolos de bioseguridad en cada una de las actividades que realizan. Es así como ya se han reanudado los bingos que tanto les gustan. Lo hacen a una distancia prudencial y con materiales desechables para evitar manipulaciones de más personas.
El Hogar del Corazón de Jesús siempre recibe el cariño y la solidaridad de otras instituciones que hacen labor social y ahora en estos tiempos de la pandemia, han recibido donaciones de cuadernillos de ejercicios mentales, dibujos e ilustraciones de artistas guayaquileños, que han permitido que los residentes cuenten con más materiales para el desarrollo de actividades artísticas como la pintura, en la que trabajan su creatividad e imaginación con el uso de lápices de colores, acuarelas y témperas.
La cuarentena la amenizan escuchando su programa radial “Canas al aire” donde escuchan canciones de su época y reciben saludos; y una vez por semana disfrutan de sesiones musicales en vivo cumpliendo estrictamente los protocolos de bioseguridad. La música influye positivamente en su bienestar emocional.
La celebración de su aniversario 128 esta vez será distinta, ya que no tendrán el agasajo al que están acostumbrados anualmente, con presentaciones artísticas, visitas y la algarabía de la celebración.
La congregación religiosa de las Hermanas Dominicas de Betania que residen en el hogar ha preparado una celebración enmarcada en el agradecimiento al Sagrado Corazón de Jesús, patrono del hogar, cuya imagen recorrerá las diferentes salas del hogar pidiendo su protección para cada uno de sus residentes.
