Las festividades de Navidad y fin de año suelen desencadenar accidentes por quemaduras por el uso de juegos pirotécnicos; siendo los más afectados los menores de 10 a 13 años, inclusive de menor edad, según lo explica la Dra. Ana Soria, jefa de la unidad de quemados del Hospital de niños Roberto Gilbert de la Junta de Beneficencia.
Soria señala que, los fuegos artificiales pueden causar quemaduras profundas que afectan sobre todo las manos, rostro y miembros inferiores. “En años anteriores hemos tenido casos muy lamentables de amputaciones de manos y dedos, ocasionando además de las secuelas físicas, la afectación de la parte psicológica del paciente y de la familia” acotó.
Según las estadísticas del hospital Roberto Gilbert del 2011 al 2018, registran un promedio 15 pacientes por año; mientras que, en los tres últimos años, se redujo significativamente la cifra a un promedio de 5 pacientes y un solo caso en el 2021 en que estábamos con restricciones por la pandemia.
Para evitar este tipo de accidentes, la galena enfatiza que ningún juego pirotécnico es inofensivo. “Lo mejor es no comprarlos ni manipularlos y si observa la quema de monigotes o encendido de estos artículos explosivos se debe guardar mínimo 400 metros de distancia y en caso de sufrir una quemadura se debe acudir inmediatamente al hospital para su valoración y atención profesional